PREMIO ANTONIO DELGADO
MARISA CASTELO
PRESIDENTA DEL INSTITUTO AUTOR
¿A qué retos crees que se enfrenta la Propiedad Intelectual actualmente?
Creo que estamos mayoritariamente de acuerdo en que el mayor reto al que nos enfrentamos actualmente es la evolución vertiginosa de la inteligencia artificial y cómo va a afectar a los derechos de propiedad intelectual.
El Instituto Autor va a publicar próximamente un estudio realizado por José María Anguiano en el que se centra la situación actual de la cuestión y se intentan establecer las bases para abrir un serio y profundo debate sobre el particular. Hay cuestiones relativas a la naturaleza jurídica y el registro de las obras creadas sirviéndose de inteligencia artificial, hay cuestiones de uso de obras protegidas en minería de datos, y hay otras, muy importantes cuantitativamente hablando, referidas a titulares de derechos en orden a la monetización de los contenidos creados por inteligencia artificial. Esto en máquinas de primera generación no resulta tan complejo, ya que es trazable la huella humana, pero la complicación será extrema cuando sean las propias máquinas las que den instrucciones a otras máquinas y la intervención humana se diluya o desaparezca. Ya no es ciencia ficción, sino que está a la vuelta de la esquina. El impacto económico de todo esto, el cambio de roles que va a implicar es inimaginable ahora mismo.
Podemos poner un simple ejemplo: cualquier músico compone una obra con un éxito incierto, aun suponiendo se base en lo que cree que son tendencias o modas. Las máquinas van a componer con toda la información del consumo mundial de música, por países, edades, por cada título de cada autor, de manera que la máquina va a eliminar el riesgo y a crear claramente “un caballo ganador”, y no sólo en composición, sino en la voz o voces que decida que deben interpretarla, instrumentaciones y recursos técnicos, y además sin los límites de costes que tiene la producción discográfica, por ejemplo... Da vértigo pensarlo.
De todas formas, no se pueden dejar de lado otros problemas actuales, de los cuales probablemente el más grave sea la brecha de valor en la explotación digital, es decir, la bajísima remuneración que reciben autores y artistas en el entorno digital, lo que es una cuestión ciertamente escandalosa. Realmente muchos de los problemas actuales y futuros se solucionarían con más generosidad por parte de los grandes explotadores, gigantes tecnológicos, plataformas. La concentración empresarial fuera de la Unión Europea ha producido gigantes que priorizan sus cuentas de resultados frente a su responsabilidad social, la sostenibilidad, y, en última instancia, la noción de la Justicia. La única defensa que tiene Europa es la regulación normativa. Es necesario regular para no terminar con toda nuestra cultura, nuestra diversidad territorial y lingüística, nuestra alma en definitiva. No nos pueden transformar de ciudadanos en consumidores. Nos ha costado demasiado tiempo y dolor llegar hasta aquí.
¿En qué está trabajando ahora el Instituto Autor?
Hemos preparado un resumen de nuestras actividades para esta publicación. Cada vez que leo un recopilatorio de todo lo que hacemos me maravilla cómo podemos realizar tanto trabajo con los recursos humanos que tenemos. Ahora mismo estamos preparando un Congreso en el marco de las actividades conmemorativas del 125 aniversario de SGAE en el que pretendemos precisamente analizar en profundidad cuestiones sobre inteligencia artificial desde varios aspectos, contando con expertos en la materia de diferentes partes del mundo.
Por otra parte, seguimos trabajando estrechamente con OMPI en el desarrollo de nuestra cámara de mediación especializada en propiedad intelectual MEDIAUTOR-OMPI, que ha resultado especialmente afectada por la paralización legislativa provocada por la convocatoria de elecciones anticipadas, ya que la Ley de Medidas de Eficiencia Procesal, que se debería estar aprobando ahora, impondrá la mediación como requisito previo para acudir a la vía judicial. Me refiero a ello en futuro, porque creo que, pase lo que pase en los procesos políticos actuales, esta Ley terminará por ser promulgada. Supongo que todos los partidos están de acuerdo en que es absolutamente necesario descongestionar de algún modo la carga de los Juzgados. Justicia lenta no es Justicia, y eso es lo que tenemos en España, aunque parece que a nadie le importa demasiado, ni siquiera a nosotros mismos, ya que esta cuestión aparece muy en cuatro plano en las encuestas sobre la percepción de los problemas en los ciudadanos. Mientras no se apruebe esta ley, promover la mediación es predicar en el desierto. No hay más que poner los informativos en televisión para ver que somos mucho más de cultura del conflicto que del consenso. Yo pienso siempre en mi pintor favorito, Goya, premonitorio en tantas cosas, y en su “Duelo a garrotazos”, que ya en 1820 puso sobre lienzo el triste destino que nos esperaba. Lógicamente, a la gente le cuesta creer que un proceso de mediación va a llevar a una conclusión positiva. Tal vez los abogados deberíamos poner el foco en esto, e intentar promover acuerdos siempre que sea posible.
Por último, y además de continuar con nuestras actividades habituales (cursos, seminarios, publicaciones, intervenciones en procesos legislativos), estamos intentando optimizar nuestra biblioteca y recursos, tanto en digital, con una nueva web, como en consulta física, creando un espacio donde cualquiera pueda venir a efectuar consultas en cualquier momento previa reserva en un calendario on-line.
¿Cómo ve el futuro del Instituto Autor?
El Instituto Autor es un proyecto creado y financiado casi en su totalidad por SGAE y por Fundación SGAE que depende directamente de los Presidentes de ambas instituciones. Debo resaltar que el impulso y el apoyo al Instituto Autor es un proyecto personal de Antonio Onetti, quien propone mi nombramiento como Presidenta en plena pandemia, en mayo-junio de 2020. Sería muy desagradecida si no mencionara expresamente el apoyo permanente del Presidente de SGAE, a quien siempre falta tiempo para ayudarnos en lo que le pedimos. Es imprescindible en nuestro día a día, al igual que otras muchas personas del grupo SGAE, que entienden y valoran el trabajo que intentamos hacer y nos ayudan incondicionalmente.
El futuro del Instituto Autor pasa por crear una institución fuerte que no dependa de personalismos. Creo que mi mayor objetivo, y me parece que esta es la primera vez que lo digo, es conseguir un Instituto Autor muy fuerte que siga creciendo cuando nosotros nos estemos dedicando a otros menesteres, porque ninguna presencia es eterna, ni debe serlo. El Instituto tiene que respirar por sí mismo, porque realmente aporte un valor a la sociedad y al derecho de autor y derechos afines, y el reto es conseguir que esto sea apreciado, al menos, por todo nuestro pequeño mundo de la propiedad intelectual.